Las causas del sufrimiento (parte 2 de 2)

Hola!

Este es el segundo vídeo de la serie titulado «Las causas de sufrimiento», y en el anterior te decía que tal vez hay muchas cosas que vengan a tu mente al hablar de causas de sufrimiento; en el vídeo anterior hable de la primera, o lo que considero una causa importante de sufrimiento, y ahora te voy a comentar sobre una segunda causa, la cual es «querer que las cosas vengan de quien tu quieres».

En el primer articulo de esta serie te comentaba que la primer causa es «querer que las cosas sucedan cuando tu quieres», no tenemos la paciencia de darle tiempo a cada situación, y en esta segunda causa consiste en «querer que las cosas vengan de quien tu quieres», ¿a que me refiero?, imagina esto: tu ayudas a alguna persona en algo, posteriormente, tu necesitas ayuda, en este punto sucede que tu generas una expectativa, y esperas que la persona que tu ayudaste ahora te ayude, o esperas que alguien te ayude porque «es tu familiar», «es tu amigo», «es tu pareja», es decir, esperas que la ayuda venga de quien tu quieres.

Y en muchos casos no sucede, y las personas comentan «te ayuda quien menos te esperas», o «la ayuda te llega de donde menos te imaginas», y ¿sabes? así funciona, es real.

Cuando nosotros ayudamos a otra persona, no estamos ayudando a esa persona como ser individual, sino, estamos ayudando y colaborando con el plan general, estas ayudando al TODO, estas colaborando con TODO, no solo a esa persona individual, entonces cuando tu necesitas algo, no es ese ser individual quien te lo va a dar lo que tu necesitas, te lo va a proveer el TODO, este entorno en el que estamos, la divinidad, mente superior, etc (depende como lo deseas enfocar).

Y la ayuda te llega de esta fuente superior, y la gente se enoja porque las personas que tu ayudaste no te ayudan después, pero así no funcionan las cosas. Es un plan mayor. Por eso cuando las personas te dicen «te ayuda quien menos te imaginas», es real, esta mente superior te provee las ayudas.

A veces nos enfocamos tanto en querer recibir la ayuda de cierta persona, que no vemos las ayudas que si nos llegan de otros lugares, y entonces decimos, no puedo arreglar esta situación, pero no es que no te llega la ayuda, es solo que no lo puedes ver al no tener la apertura.

Entonces imagina cuanta tranquilidad puedes alcanzar aplicando estos conceptos, cuanta carga le quitarías a las personas que conoces porque muchas veces quieres que otras personas cumplan o cubran tus necesidades, quieres que te ayuden otras personas, pero regularmente esa ayuda la quieres de quien tu quieres.

Conéctate al flujo de la vida, es la vida misma quien te provee las cosas, definitivamente te va a llegar la ayuda de quien menos te imaginas, la vida no te va a abandonar, te dará todo lo que necesites, solo necesitas tener la apertura para recibirlo.

Estos dos puntos te van a crear menos conflictos con muchas personas, y menos enojo para ti, porque cuando una persona no te provea lo que tu quieres, o no te ayude como tu quieres, vas a entender que tal vez no es el momento o la persona adecuada, porque no todas las personas cercanas a nosotros tienen la capacidad de satisfacer todo lo que necesitamos y tal como lo necesitamos, entonces, dale esa libertad a las personas, liberales y conectate al flujo de la vida donde vas a tener mayores fuentes de ayuda.

Entonces, recapitulando las dos causas de sufrimiento:

  • Querer que las cosas pasen cuando nosotros queremos y
  • Que las cosas vengan de quien nosotros queremos

Te invito a reflexionar en ellas, y sobre todo, aplicarlas. La práctica de Yoga me ha enseñado como aplicar estos conceptos, y poder aplicarlos en la vida cotidiana.

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Seguimos en contacto,

Namaste

Arturo García

9 respuesta a “Las causas del sufrimiento (parte 2 de 2)”

  1. Arturo García, espero que te encuentres bien:

    Gracias por tus enseñanzas, siempre estoy pendiente de ellas y en esta ocasión me quedo con una de tus últimas frases: «conéctate al flujo de la vida» yo creo que es importante que reconozcamos que somos energía dentro de un todo. Bonito día. Namaste.

  2. Yo acostumbro, cuando así lo hago, a dar o ayudar a alguien sin esperar nada a cambio, y más cuando son amigos o conocidos, para que no sea causa de desilución; Dice un dicho que «dar para recibir, no es dar, sino pedir». Y si no te apetece a hacerlo, creo que también es válido.
    Gracias.

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